Una visita obligada en Concordia es el Parque Rivadavia, conocido también como San Carlos por el paradigmático Castillo que alberga.
Este predio verde tiene una vasta extensión de 70 hectáreas, decorado por una frondosa vegetación, lomadas suaves y la vera del paraje Salto Chico.

Desde lo alto se puede contemplar el Monumento al Éxodo de la Banda Oriental, las míticas Ruinas del Castillo de San Carlos, el monumento al Principito, el Cristo de la Hermandad y el Jardín Botánico Caá Porá.

Situado sobre la costa del río Uruguay y con una excelente vista de éste y de la ciudad de Salto (República Oriental del Uruguay) el Parque San Carlos presenta una variada vegetación autóctona, compuesta por selva en galería principalmente. Este agreste paisaje se puede recorrer a través de senderos.

El Palacio hechizaba a los lugareños por la belleza de la construcción, sumado a la finísima decoración de su interior. El Castillo de San Carlos data de 1888, fecha que puede leerse en el portón de acceso al patio interior.

Cuatro décadas después fue ocupado por la familia Fuchs Valón, quienes se relacionaron con Antoine de Saint Exupery. El escritor evocaría este parque, tiempo después, en su libro Tierra de Hombres, Oasis. Allí se construyó un Monumento a su obra, El Principito.
Por su cercanía con los principales centros urbanos del país, este Parque es sin duda, uno de los más visitados y conocidos de nuestra geografía.

En la actualidad solo ha quedado la estructura de la mansión. Sobre las ruinas de lo que fuera el saladero, funciona una confitería bailable llamada Hostal del Río. También funciona un vivero municipal y sobre la zona costera del Parque Rivadavia se ubican magníficas playas aledañas al salto Chico del Río Uruguay. Dentro del lugar y ocupando 8 hectáreas se encuentra el Jardín Botánico denominado “Ca’a Porá”, término guaraní que significa vegetación hermosa.